Confieso que he leído XX: Leo y las estrellas, Belén Cantó.

Me trae hasta aquí "Leo y las estrellas" un pequeño cuento de Belén Cantó. Leo, su protagonista -o quizás lo sean las estrellas, quién sabe- es diferente y nadie quiere que lo sea. No juega a lo que todos esperan que juegue. No desea los mismos regalos, ni los mismos juguetes que los demás. Son diferentes sus hábitos, sus costumbres. Leo es uno y no todos. Es él y no ellos. Y no está solo, pero no lo sabe, no se lo dicen; quizás quienes le rodean no conocen a nadie como Leo y le hacen sentir raro, extraño, distinto -en el mal sentido de la palabra- sin darse cuenta de que esa diferencia -esta vez en el bueno- es parte de su belleza. De la nuestra: Ninguno somos iguales, aunque quieran obligarnos a serlo. "Lo querían matar, los iguales, porque era distinto..." escribió Juan Ramón Jiménez, cargado de razones que ahora comparte Belén. Él hablaba a los adultos. Ella, a todos; también en eso quiere ser distinta. Y lo es porque nos cuenta la histo...